Después de estar en una entrevista de trabajo, probablemente, tengas alguna inquietud, pues no sabes si respondiste “bien” lo que te preguntaron, si dijiste algo que incomodó al reclutador, en fin, por tu mente pasan un sinfín de posibles escenarios, por lo que vale la pena estar preparado y recordar qué debes evitar decir en una situación de esta índole.
Aunque resulte increíble, siete de cada 10 personas se viste inapropiadamente en la búsqueda de un empleo; seis de cada 10 se enfoca en hablar mal de su trabajo anterior, indica un estudio (http://blog.zonajobs.com/postulantes/5-errores-que-danan-la-entrevista-de-trabajo/) realizado por la firma Harris Interactive, entre tres mil especialistas en recursos humanos.
Es por ello que vale la pena conocer cuáles son los temas o frases que podrían costarte obtenerte algún empleo:
Hablar mal de tu antiguo jefe. Ya sea si renunciaste o te despidieron, al lanzar improperios contra tu jefe anterior, los entrevistadores se preguntarán si harías lo mismo con ellos. Esto podría hacer que los empleadores te consideren conflictivo aun cuando tengas las mejores credenciales.
Adelantarse a los hechos. No arruines tus oportunidades de contratación al hacer preguntas del salario o beneficios de la empresa, este tema será tratado cuando seas considerado seriamente para el puesto y en ese caso, es atribución de la compañía hacerte la oferta o preguntarte cuánto desearías percibir.
Saberte «vender». Hay que considerar que mientras menos pregunten, puede implicar que menos interés tienen en tu persona. Debes ser concreto y directo en las respuestas, pero no te limites a unas pocas palabras, porque así tampoco lograrás “venderte” adecuadamente.
Responder con algo novedoso. Las entrevistas suelen contener las mismas interrogantes, por lo tanto, muchas veces se sabe a qué preguntas enfrentarse, por ello, uno debe prepararse debidamente para no responder lo mismo en todas las entrevistas.
A la gente le gusta que preguntes. Seguramente al finalizar alguna entrevista te han dicho “No tengo ninguna pregunta más”, por lo que te recomendamos preguntar algo y mostrar un mayor interés, pues de lo contrario mandarás una idea errónea al reclutador.
Evita familiaridad. Aunque quieras «romper el hielo» con el entrevistador, ahórrate todo tipo de preguntas personales. Recuerda que eres tú quien debe responder a las inquietudes de la empresa.
Aunque una entrevista laboral es una situación que puede generar estrés, enfrentarse a los entrevistadores no debe representar problema, pues debes recordar que si te llamaron, eres de gran interés para la empresa.