La revolución digital avanza a toda velocidad e impulsa enormes cambios y transformaciones en todas las industrias. Entre las 2.500 empresas de mayor importancia del mundo, 19% ya ha designado en 2016 un Chief Digital Officer (CDO) para supervisar la transformación digital de su negocio, 13 puntos más en comparación con 2015. Los datos provienen del estudio “Chief Digital Officer Study 2016” elaborado por Strategy&, la firma de consultoría estratégica de PwC.

La nueva figura del CDO está entre los directivos más solicitados por las grandes compañías, especialmente para aquellas para las que el análisis de los datos se ha convertido en la piedra angular de las estrategias digitales.

Ahora bien, la prisa por promover expertos para el puesto de CDO, ha creado un nuevo desafío: encontrar un líder que pueda manejar los datos de la manera más efectiva para ayudar a impulsar los procesos de negocio de la organización.

Según un estudio reciente elaborado por Strategy&, la consultora estratégica de PwC, el 19% de las 2,500 mayores empresas cotizadas del mundo ya cuentan con este rol, mientras que hace dos años sólo lo tenían el 6% de ellas.

Uno de los resultados más destacados es el crecimiento de los líderes digitales. Si bien la cifra de designación de CDO puede parecer módica, la realidad es que triplica el porcentaje del 2015, cuando solamente el 6% de las empresas consultadas tenían en funciones esa clase de ejecutivo. De todas maneras, es significativo el hecho de que el 60% de los líderes digitales identificados en el estudio más reciente fueron contratados en los últimos dos años.

Por sectores, el informe destaca que las compañías que más están optando por denominar un CDO son los bancos y las aseguradoras, sumando entre ambas el porcentaje del 62%. Así, el CDO va ganando terreno principalmente dentro de las grandes compañías, pero con mucho camino por recorrer.

De las 283 empresas que ya tienen CDO, entre las 2,500 cotizadas del mundo, sólo el 40% forma parte del C-Suite o máximo órgano directivo.

El informe resulta muy útil a la hora de conocer a fondo las necesidades y los perfiles de estos nuevos directivos, la formación más idónea que deben tener, las áreas de conocimiento, así como capacidades y aptitudes para desenvolverse dentro de los órganos directivos de las distintas compañías.