Algo que muchos empleados desean y que puede ser realmente complicado es tener una buena relación con su jefe, ya que teniendo la simpatía es posible hacer valer tu punto o hacer algún error de operación que se realice en la organización, por lo que se vuelve imprescindible saber cómo lograrlo.
Esto va más allá de ser un adulador, pues es plantear una estrategia y conservar tu integridad como empleado, además de que te ayudará para adquirir más responsabilidades o tener un poco más de oportunidades si buscas ocupar una posición, por lo que puedes seguir estos consejos:
- Haz un esfuerzo adicional. Recuerda que la descripción del trabajo especifica las tareas y funciones básicas que tienes que realizar para mantener el empleo, pero puedes empezar a ir más allá con lo que rápidamente atraerás la atención de tu jefe, el que superes las expectativas será una sorpresa agradable, ya sea como entregar un proyecto antes de lo previsto o ser el voluntario para asumir nuevas responsabilidades.
- Sé auténtico. Como te habíamos indicado anteriormente no se trata de que adules de manera constante a tu jefe, sino que con un enfoque único y en el que resaltes tu personalidad puedes «acercarte» a tus superiores, ya sea como una plática casual de pasillo o mientras vas por un café.
- Presenta soluciones. Los problemas son inevitables en la mayoría de los entornos de trabajo y tu jefe está ahí para ayudarte a solucionarlos, pero no pongas todo el trabajo sobre sus hombros. Cuando te encuentras con un reto, toma cartas en el asunto para resolverlo por ti mismo, antes de contactar a tu jefe, así que cuando solicites su ayuda podrías presentar todas las ideas que consideraste y podrías hacer que te especifique lo que realmente necesita.
- Deja que tu jefe dé el ejemplo. Recuerda que él tiene más experiencia que tú y además tiene que ver más áreas de trabajo, por lo que entienden la dinámica del negocio, incluyendo la cultura corporativa, por lo que siguiendo el ejemplo de tu jefe podrías aprender cómo funciona de manera específica la organización, con sus propios procesos.
- Conoce el estilo de comunicación. A lo largo de tu carrera te has encontrado con superiores más «tranquilos» y otros «exigentes», esto se debe a su propio estilo, por lo que seguramente has visto algunos pasivos que escuchan propuestas, en tanto otros de manera constante miden qué tan atento estás; algunos quieren un montón de información, mientras que otros sólo quieren que los elementos esenciales. Parte de tu trabajo consiste en averiguar cómo trabaja cada jefe para poder relacionarte con él.
- Evita las excusas. Ten presente que en cualquier trabajo nadie querrá escuchar las excusas por las que no fue posible entregar en tiempo algún requerimiento, pues es parte de tu trabajo tener tus actividades hechas y en el plazo establecidos. En dado caso de que analices no será posible entregar en tiempo, podrías concretar una cita y discutir el tema, pero con al menos un par de semanas de anticipación.
- Respeta a tu jefe. Un diferenciador que siempre te ayudará en el trabajo y hablará bien de ti, pues aunque no te agrade tu superior, debes tener presente que por alguna razón está en esa posición, por lo que deberías aprender de él o ella, además del hecho de que marcas bien una relación de profesionalismo.
Ten presente que construir cualquier tipo de relación lleva su esfuerzo, incluyendo las laborales, por lo que ser claro y tener buena comunicación siempre ayuda, además de que te permitirá realizar tu trabajo de una manera eficaz y tranquila. Cuando te tomas el tiempo para crear una relación con tu jefe tus posibilidades de conseguir ese aumento de sueldo o conseguir el papel clave en ese nuevo proyecto emocionante suben exponencialmente.