Cuando inició la cuarentena por el COVID-19 a principios de este año, un grupo de Científicos de Datos y otros expertos IT de Microsoft decidieron realizar un pequeño experimento: monitorearían los patrones de trabajo de sus colegas para ver cómo se adaptaban a su nuevo trabajo, principalmente desde ambiente en el hogar. Esta información se complementó con encuestas de opinión anónimas.

«Para esta investigación, medimos los patrones de colaboración en nuestro equipo de transformación del lugar de trabajo moderno de 350 personas, con sede principalmente en los Estados Unidos, así como en otros grupos de Microsoft», escribió este grupo en un nuevo artículo para Harvard Business Review. “Examinamos semanalmente áreas como el equilibrio entre el trabajo y la vida personal y la colaboración mediante el análisis de metadatos agregados, no identificados de correo electrónico, calendario y mensajería instantánea; comparándolo con metadatos de un período de tiempo anterior; e invitar a colegas a compartir sus pensamientos y sentimientos «.

• ¿Qué datos encontraron?

Los colaboradores de Microsoft trabajaban cuatro horas más a la semana, en promedio: “Los empleados dijeron que estaban ahorrando tiempo personal para cuidar a los niños, tomar aire fresco o hacer ejercicio, y pasear al perro. Para dar cabida a estos descansos, es probable que las personas inicien sesión en el trabajo antes y cierren más tarde ”.

Otros hábitos de trabajo cambiaron radicalmente. Por ejemplo, aunque los empleados mantuvieron más reuniones, esas reuniones se acortaron en una duración promedio, con un 11% menos de reuniones de más de una hora; las reuniones de media hora aumentaron en un 22%.

Los gerentes también dieron un paso al frente, manteniendo más relaciones personales con los empleados. Esa mayor comunicación (y colaboración) se tradujo en menos horas de trabajo para los empleados. Y no se trataba solo de gerentes que buscaban la conexión, los empleados establecían reuniones sociales virtuales para mantenerse en contacto unos con otros.

«También medimos las redes de más de 90 mil empleados de Microsoft en los Estados Unidos», agrega el informe. “Francamente, esperábamos verlos reducirse significativamente, dados los rápidos cambios en el entorno, los ritmos diurnos y las responsabilidades personales. En cambio, descubrimos que la mayoría de los empleados mantenían sus conexiones existentes».

El resultado final: cuando se enfrentan a un cambio sísmico repentino, los empleados son flexibles. Surgió un nuevo «turno de noche» a medida que dedicaban más horas durante el día a manejar responsabilidades personales, como la educación en el hogar. Los fines de semana ya no estaban fuera de los límites cuando se trataba de colaboración y trabajo, y más personas dedicaban sus «horas de almuerzo» a mensajes instantáneos con colegas, lo que sugiere un flujo de trabajo sin fin.

• Tendencias emergentes en la nueva normalidad

El estudio de Microsoft también destacó las tendencias a las que los empleadores deberían prestar atención al planificar sus nuevas estrategias.

Mayor riesgo de agotamiento: los que han comenzado a trabajar desde casa están respondiendo las llamadas de sus jefes hasta altas horas de la noche, lo que subraya la necesidad de volver a trazar los límites para el contacto fuera de horario. Según el asesor del IBRS y el experto en el futuro del trabajo, Joe Sweeney, una respuesta común entre las personas en sus trabajos ahora es «trabajar más y no desconectarse».

Preocupaciones sobre el progreso profesional: los líderes deben reevaluar cómo se mide el rendimiento. Las herramientas de colaboración pueden medir la actividad, pero no el valor que un individuo ha aportado a la organización. Las organizaciones ahora pueden descubrir que son los «introvertidos» los que entregan mientras trabajan desde casa, mientras que los extrovertidos ya no son el centro de atención.

Necesidad de flexibilidad y empatía: las distracciones son un desafío mientras se trabaja desde casa. Los líderes y compañeros de equipo deben hacer su parte para ayudar a los empleados a crear un ambiente libre de distracciones, al mismo tiempo que son más flexibles en la entrega de trabajo y se identifican con los desafíos de las personas.

Capacitación y preparación técnica: dado que el soporte IT ya no se encuentra en el mismo lugar de trabajo, la capacitación será especialmente crucial para ayudar a los empleados a hacer frente al trabajo remoto.

Elemento social: centrarse en la política y la cultura de la empresa debe tener prioridad sobre la adopción de tecnología, especialmente al superar las limitaciones en torno a la interacción humana mientras se trabaja de forma remota. Más allá de las videollamadas, los líderes deben encontrar formas de fomentar el flujo creativo de ideas y camaradería que haga que un empleado se sienta conectado y valorado en la organización.

imagen: 🇨🇭 Claudio Schwarz | @purzlbaum