En las empresas, las decisiones vinculadas a la infraestructura tecnológica raramente deben limitarse al equipo encargado de su mantenimiento o al ámbito corporativo.
De acuerdo con la firma de análisis Gartner, hay otros factores que se deberían tener en cuenta para alinear la parte de TI con el negocio; factores que, en ocasiones, están vinculados a condiciones y agentes externos, como la actual situación de digitalización global y las redes que esto genera.
Para integrar este pensamiento global dentro de las decisiones estratégicas del equipo de infraestructura y operaciones, Gartner ofrece los siguientes consejos.
En primer lugar, propone una adopción estratégica de la ambigüedad y la incertidumbre frente a la habitual perspectiva del personal de infraestructura y operaciones.
Estos equipos normalmente se encargan de problemas estructurados tácticos, por lo que deben capacitarse para reconocer y aplicar técnicas no estructuradas de resolución de problemas. De este modo podrán enfrentarse a situaciones en que no hay un problema claramente definido o una solución fácil de identificar.
Habitualmente, los planes de TI no se integran con los objetivos empresariales o su integración se considera compleja. Sin embargo, la creación de un plan por parte de TI alineado con el negocio, empleando un enfoque de arriba hacia abajo, puede servir para guiar al equipo e identificar el enfoque correcto a través del que dar respuesta a cualquier situación.
Gartner aconseja también una mayor conciencia de la importancia del tema financiero para la parte de infraestructuras. En este sentido, importa mucho comunicar qué impulsa la realización de una inversión en tecnología, de tal modo que el equipo considere factores como el riesgo, el momento o la probabilidad de éxito antes de llegar a este punto.
Por último, ante la tendencia en el equipo TI a guiarse por prácticas de la industria o por tendencias tecnológicas que vinculan a determinados proveedores, se apuesta por concentrarse en los resultados y objetivos conjuntos. Esto es: un pensamiento alineado con la estrategia empresarial, en la que las decisiones en TI no se tomen como algo aislado, sino que se vinculen temas corporativos, comerciales y tecnológicos.