Muchos profesionales TI tuvieron que adaptarse al home office, debido a la pandemia, y aunque se pensaba que sería sólo por algunos meses, parece que cada día se consolida esta forma de colaboración. Y con los pequeños regresando a la escuela es necesario contar con algunos puntos para equilibrar el trabajo y la vida personal.

Aquí hay algunos consejos que pueden ayudartea estar menos estresado y ser más productivo mientras trabajas en casa:

• Haz algo más primero

Una de las cosas más difíciles de trabajar desde casa es que también es el espacio donde realizas todas tus activiades. Eso significa que se desvanece la línea entre lo profesional y lo personal. La separación es realmente importante, ya que permite prepararte para lo que viene y cambiar tu visión.

Para recuperar parte de ese espacio, asegúrate de hacer otra cosa por la mañana antes de comenzar a trabajar. Eso significa que no empieces a responder inmediatamente a los correos electrónicos. En su lugar, sal a caminar, lee un libro o desayuna con tu familia.

• Define tu espacio

Para definir los límites entre tu vida personal y el trabajo es necesario crear un espacio de trabajo específico con toda la tecnología, herramientas y recursos que necesitas para realizar tu trabajo. Si bien no todos cuentas con un espacio exclusivo para sus labores, aun así deberías establecer un lugar destinado al trabajo. Eso no significa que no puedas trabajar en el comeder o en la sala. Significa que cuando necesites entrar a una reunión virtual, tendrás un lugar sólo para ti.

• Cierra la puerta

Hay momentos en los que simplemente necesitas tiempo para concentrarte en el trabajo. Lo más recomendable es que el espacio destinado a tus labores cuente con una puerta. Esto tiene dos funciones: ayuda a eliminar las distracciones al crear una barrera real entre tu área de trabajo y cualquier otra cosa que pueda estar sucediendo; y envía una señal visual a las personas que viven el hogar de que te encuentras en algún asunto importante del trabajo.

• Divide tu tiempo

Podrías destinar tu mañana para las actividades que requieren más de tu atención por la mañana; en tanto, para la tarde podrías ocuparte de tareas administrativas y responder correos electrónicos. El punto no es programar todas las tareas, sino agrupar cosas similares y abordarlas juntas.

• Tomar descansos

Seamos realistas, cuando trabajas desde casa, nadie vendrá y te dirá que es hora de un descanso. Eso significa que todo dependerá de ti para incorporarlo a su rutina.

La investigación muestra que trabajar de forma remota puede fácilmente llevarte al burnout si no tienes cuidado. Podrías llevar a tu perro a dar un paseo rápido o planificar una cita para almorzar con la familia.

• Repensar la productividad

Resiste la tentación de pensar en medir tu propia productividad (o la del equipo de trabajo) por la cantidad de tareas que completa y, en cambio, piensa en lo que se está logrando. En lugar de ver cuántos correos electrónicos se enviaron o cuántas reuniones virtuales se realizan, establece una meta que se relacione con el trabajo que aporta a la empresa. Y, si eres gerente, da a tu equipo la flexibilidad de trabajar de la manera que mejor equilibre sus necesidades individuales con las del equipo.

imagen: Luke Peters