Cualquiera puede, a estas alturas, pensar que se ha desarrollado ya todo el software que se necesita para este año y los venideros. Pero nada más lejos de la realidad. Tanto el crecimiento de la industria del software como las nuevas tecnologías, según Forbes, van a hacer que en 2018 aumente la creación de apps y programas en gran medida.

Para nadie es una sorpresa que los cambios en las principales plataformas están cambiando tanto el uso que hacemos del hardware como los programas que lo gestionan. Gracias a tecnologías como Internet de las cosas y a los sensores, así como a la aparición de máquinas cada vez más sofisticadas, han surgido nuevos servicios de software, la analítica de datos se ha popularizado y áreas como la Inteligencia Artificial y el Machine Learning han renacido.

La clave de muchas de estas tecnologías es la automatización, que es, en parte, algo que influirá en el nuevo software a desarrollar en 2018. No se trata en este caso de automatización relacionada con los robots, sino con los programas, que pueden desarrollarse para comportarse de una determinada manera en base a ciertos conocimientos y experiencias previas en otras aplicaciones. Esta especie de inteligencia de la automatización puede conseguirse mediante campos de datos, plantillas, flujos de trabajo y huellas operativas aprendidas y desarrolladas en otros proyectos. Todo apunta a que este escenario desembocará en una vía de negocio nueva para muchas empresas, a base de vender sus conjuntos de datos a otras.

La nube también va a influir mucho en el desarrollo de software en 2018. Durante este año que viene vamos a ver cada vez más programas que funcionan en la nube de forma nativa, desarrolladas por y par la nube. Llega por fin por lo tanto la era de la nube nativa. En ella se utilizarán programas que no estén creados necesariamente para funcionar en la máquina en la que estamos trabajando con él. En vez de eso, se crearán programas para ejecutarse en el centro de datos o en un número variable de máquinas.

En 2018 también se verá más software que utilice la tecnología de capas de abstracción. Esto es, de programas que utilicen datos o funciones en crudo de bajo nivel y se los presenten a sus usuarios a través de interfaces visuales y paneles intuitivos. Otras tendencias en el desarrollo de software para 2018 apuntan a la creación de sistemas que permitan avanzar en la puesta en marcha de una sociedad que vaya abandonando progresivamente el dinero en metálico.

Por su parte, la industria del software en general va a experimentar varios cambios en 2018. El principal será probablemente la popularización del uso de las denominadas metodologías ágiles. Estas se basan en el Manifiesto Agile, una recopilación de directrices diseñadas para el desarrollo de software preparado para el mundo siempre conectado en el que vivimos. En 2018 veremos cómo cada vez más departamentos de empresas de empiezan a autodenominar “equipos ágiles”. Será entonces cuanto empiecen a aplicar los principios del desarrollo de software mediante lo que se conoce como “agilismo”, además de llevar sus buenas prácticas al diseño y fabricación de hardware. Y si, como hemos comentado, en 2018 se desarrollará todavía más software que en 2017.