Género, raza, credo, origen, visión política y cultura. En los últimos años, la diversidad humana ha sido abordada desde varios puntos de vista. No por casualidad, hoy forma parte de la agenda del mundo corporativo e impacta de forma significativa la política de contratación de las empresas, comparte Eva García Luna, Consultora de Soluciones para Zendesk (empresa especialista en desarrollo de software y customer experience).
En un mercado que apuesta cada vez más a organizaciones disruptivas, la cultura de diversidad ha mostrado no ser solamente un intento de fortalecimiento de imagen de las compañías, sino una estrategia fundamental para el crecimiento y la innovación.
De acuerdo con una encuesta realizada por la consultora McKinsey and Co., las empresas que apuestan a la diversidad de géneros tienen un 21% más de probabilidades de presentar crecimiento por encima de la media del mercado. Si se trata de diversidad étnica y cultural, el índice es aún más impresionante, el crecimiento en este caso es de 33%.
En el estudio anual que realiza Women in Business de Grant Thornton, en México, el 75% de las empresas nacionales cuentan con al menos una mujer en puestos de alta dirección y otro 34% ocupa cargos senior dando paso a un equilibrio de crecimiento y competencia dentro de las organizaciones.
Para Zendesk la diversidad marca la diferencia. Tenemos el mismo número de mujeres y hombres en el boarding de la empresa y las mujeres ocupan posiciones de liderazgo en operaciones nacionales, marketing continental y finanzas globales, entre otras. Además, cuenta con funcionarios de todo el mundo ocupando tanto su HQ en San Francisco como sus otras 14 oficinas alrededor del mundo. Como empresa, confiamos en distintos orígenes, perspectivas e identidades para crear una fuerza que impulse la innovación, fomente la creatividad y oriente nuestras tácticas de negocios. Es fundamental el aporte que nos brindan las múltiples voces para llevar adelante nuevas ideas, servicios, productos y, de hecho, tener un pensamiento multiplataforma.
Muchos de nuestros colaboradores son Millennials. En nuestro equipo, el 69% pertenece a este grupo de edad y comparte nuestra visión de innovación y trabajo como medio de realización personal. Reconocemos además la necesidad de la experiencia, abriendo espacio para la Generación X, que compone el 28% de nuestra organización y para los Baby Boomers.
Es importante citar que diversidad e inclusión son factores interconectados. Ambos son complementarios y son parte de las prácticas de negocio de las organizaciones. La inclusión crea el escenario para la diversidad y para el reconocimiento de su valor. Para su éxito, es necesario que este no sea solamente un sentimiento de participación, sino contar con el verdadero entusiasmo de pertenecer a aquel ambiente.
La nueva era del mundo corporativo valora las relaciones humanas en todos los ámbitos; ya sea en la relación con el cliente, como centro del negocio, y el dar más valor a sus intereses, o en la formación de un equipo que contemple diferentes perspectivas. La tecnología, dondequiera que ella nazca y sea aplicada, es un aliado fundamental para los cambios en nuestra sociedad. La humanidad, sin embargo, siempre tendrá tres factores que jamás podrán ser automatizados: creatividad, comunidad y empatía.