Por: José Antonio Ramírez
Se le denomina trabajador freelance o freelancer (o trabajador autónomo, por su cuenta o trabajador independiente). Su actividad consiste en realizar trabajos propios de su ocupación, oficio o profesión, de forma autónoma, para terceros que requieren sus servicios para tareas determinadas.
Generalmente le abonan su retribución no en función del tiempo empleado sino del resultado obtenido, sin que las dos partes (cliente que contrata y el freelance) contraigan obligación de continuar la relación laboral más allá del encargo realizado.
Otras veces –según Nubelo, portal en Internet que se define como facilitador de empleo a trabajadores freelance- facilita el trabajo de firmar contratos por obra o trabajo y cobrar por tiempo, sobre todo en el mundo de las tecnologías de la información donde se da a menudo esta relación laboral.
Lo cierto es que la colaboración de profesionales TI como freelance es una realidad y si bien no hay estudios o análisis que revelen un universo exacto de expertos en esta modalidad. Sin embargo, un panorama de la importancia del llamado freelanceo la proporciona Nubelo.
Para 2013 este portal de origen hispano estimó haber integrado en su plataforma en México a cerca de 90 mil trabajadores freelance y más de seis mil empresas con un volumen económico por concepto de proyectos con valor cercano a 2 millones de euros.
La experiencia del trabajador freelance puede ser un recurso ampliamente a su favor, además de la preparación y actualización continua como la que Raúl Arauzo, ingeniero electrónico en el área de comunicaciones, ha obtenido en sus más de 20 años de trabajar en dicha modalidad.
Según expone en entrevista, lo que más ayudó y sigue dando resultados fue haber encontrado un nicho específico de mercado en donde prácticamente no había una especialidad como la que él tiene de ofrecer apoyo a empresas que requieren de soluciones basadas en Matlab y Labview.
Por ser un lenguaje de alto nivel para cálculo numérico (Matlab) y un software para crear y desplegar sistemas de medidas y control (Labview) pocos fueron quienes lo comenzaron a utilizar en México y, por ende, Arauzo aprovechó su habilidad y conocimiento en ambas plataformas para atender necesidades basadas en las dos plataformas.
Atender nichos poco atendidos, la clave
“Comencé a hacer programas técnicos, luego con simulaciones y pequeñas aplicaciones para ingenieros civiles y mecánicos. Hoy sigo haciendo esta tarea, pero con otras herramientas más avanzadas que he ido incorporando, como el uso de tarjetas de transferencia de datos y otros programas como Visual Studio, además de emplear entornos de bases de datos del nivel de Oracle”, señala.
Subraya que haberse involucrado en atender necesidades para ingenieros civiles le planteó el reto de prepararse ampliamente en cuestiones técnicas relacionadas a Matlab y Labview para programar en base a ambas plataformas que a pesar de tener varios años de existir y de seguir renovando sus versiones, muy pocos los saben utilizar.
La reputación puede estar en juego
De ahí que Arauzo ha sabido aprovechar esta situación para prevalecer en un freelanceo de más de 20 años de experiencia, aunque reconoce haber habido períodos en que escasea el trabajo, lo cual indica que aprovecha para asistir a seminarios, cursos y reuniones de actualización. “Hay que aprovecharlos para no perderse de los cambios y las tendencias tecnológicas que siguen ocurriendo”.
Entre otras recomendaciones, Arauzo enfatiza que todo aquel que quiera trabajar bajo la modalidad del freelance, debe aprovechar las oportunidades que se le presenten porque después no se volverán a repetir. “No hay que perderlas cuando se te presentan”.
Stephanie Falla Aroche, editora del portal Maestros del Web.com, considera que para ser freelance la persona debe tener actitud ante su profesión: “Cuando trabajas para una empresa y haces mal el trabajo quien responde ante el cliente es la empresa para la que trabajas, cuando eres freelance es tu reputación la que está siempre en juego”.
Trabajar duro, entre otras recomendaciones
Debido a lo anterior sugiere al freelance mantenerse en un nivel óptimo y de continua labor, trabajar muy duro para dar a conocer su trabajo y encontrar clientes interesados en sus proyectos.
Resalta que al no ser seguros ni estables sus ingresos cada mes, el freelance debe acostumbrarse que habrán períodos de ingresos y otros que quizás no reciba nada según los proyectos que consiga, por lo cual es importante que cuide sus recursos y organice sus finanzas.
Pero también debe tener disciplina para trabajar, organizarse para cumplir con las fechas propuestas y, de esta manera, estar en condiciones para garantizarse más proyectos y necesidades que le soliciten sus clientes.
Otras sugerencias especiales a tomar en cuenta por el freelance son las que expone Raúl Arauzo:
- Explorar y acudir en aquellos mercados poco atendidos o donde no se haya demandado de mucha especialización, eso sí siempre y cuando el profesional de TI freelance esté preparado e involucrado.
- Explicar en pocas palabras y de manera entendible al cliente sobre lo que quiere como solución y qué es lo que específicamente se le puede vender. No exponer con mucho tecnicismo que a la larga el cliente no entiende, simplemente porque no está familiarizado con lo que es el ambiente de cómputo.
- Aprovechar momentos para actualizarse. Esto es primordial porque lo que se aprende en la universidad no es suficiente, el aprendizaje no se agota, hay más temas que surgen por la evolución tecnológica. De no hacerlo, se corren riesgos de que no se informe bien de lo que ha avanzado y cambiado en algunas de las más recientes tecnologías.
Por su parte, Falla Aroche sugiere lo siguiente:
- Evaluar habilidades. No vender algo de lo que no se tenga capacidad, habilidad o pericia para hacerlo. Estar muy consciente de las habilidades propias y experiencia para ofrecerlo al cliente con seguridad.
- Buscar clientes. Cualquier reunión, cena o evento puede ser momento para encontrar clientes, procurar estar preparado.
- Cumplir con los tiempos. No ser entusiasta de querer impresionar ofreciendo menos tiempo que lo tradicional, aquí la reputación está en juego.
- Establecer metas a corto, mediano y largo plazo. Permitirá al freelance una visión de lo que desea lograr y no perder el ánimo.
- Evaluar presupuesto personal. Tener un respaldo económico que sirva para casos de emergencias.
- No perder el empuje. Si pasan varios meses y no salen las cosas como se esperaba, estar consciente que en efecto esto es parte del reto. Evaluar en qué se está fallando e intentar nuevamente.
El autor, José Antonio Ramírez, es periodista especializado en TIC y negocios desde hace más de 20 años, además se ha desempeñado como editor de publicaciones especializadas como Byte, LANTimes e Interoffice, así como secciones en diversos diarios.