Si estás por comenzar algún proyecto laboral, la paga es buena pero no cuentas con otros beneficios, o comenzarás a laborar para una empresa y te ofrecen un salario menor pero con mayores prestaciones; sería recomendable que conocieras qué tipo de contrato estás firmando.

Acerca de las diferentes formas de contratación que existen en México, Ana Ramírez Santiago, del despacho en asesoría contable y fiscal Sarez, explicó que en el país hay fundamentalmente dos esquemas: de sueldos, que generalmente es de dos tipos, colectivo e individual; y el segundo es el de honorarios asimilados a salarios.

El hecho de que sean los más usados por las empresas se debe a que son los establecidos por ley, pero estos tienen ramificaciones, por lo que aclaró que en el individual están ubicados los temporales y esporádicos.

En tanto, comentó que en los honorarios, no hay una “cadena de mando”, por lo que a la persona se le contrata como si ofreciera un servicio y sólo tiene que entregar el producto final.

De las ventajas y desventajas que ofrecen los modelos de contratación, el jefe de Sistemas y Aplicaciones Vértice Servicios Integrados, Mauricio Priego, quien también es asesor financiero y director de la página en internet practifinanzas.com, indicó:

En el esquema de honorarios asimilados a salarios: el profesionista es dueño de su propio tiempo, pues sólo debe entregar resultados, por lo que las personas que deseen aceptar este modelo deben tener mucha disciplina.

Dentro de este modelo, Ana Ramírez, destacó que es el profesionista quien debe realizar los  trámites ante Hacienda y demás instituciones, situación que para algunas personas pudiera resultar “engorroso”, además de que en diversas ocasiones no lo realizan de forma correcta, pues México tiene un sistema de tributación muy complejo, por lo que en la mayoría de los casos las personas se “dan mal de alta” y terminan pagando multas, recalcó Ramírez.

Tiempo completo: en este esquema la empresa es quien se encarga de realizar la papelería ante las instancias correspondientes. Además, lo que también caracteriza a este modelo de contratación, es que el colaborador recibe prestaciones y en caso de rescindir su contrato obtiene un finiquito o una liquidación.

Pocos son los que leen las letras pequeñas y por cuestiones de practicidad “aceptan ser contratados, sin informarse”, aseguró Ramírez Santiago.