Recientemente se ha desencadenado una transformación empresarial que impulsa a las compañías a moverse hacia la digitalización de sus procesos productivos con la finalidad de ser más competitivas y flexibles, así como de reducir sus costos de producción, sin descuidar la calidad para brindar un mejor servicio a los clientes, comparte Leandro Hernández, Presidente y Chief Operations Officer de Software AG en América Latina.
Estos cambios han sido comparados a una cuarta revolución industrial y comúnmente son englobados dentro del término “Industria 4.0” que, si bien involucra el uso de tecnología, tiene mucho que ver con la transformación que implica sobre todo para los directivos.
La principal tarea con la que deben cumplir los ejecutivos que deseen hacer parte de esta nueva era es el conocimiento, tanto de las tendencias que se están implementando en la industria, como de las propias herramientas y términos tecnológicos, por lo que deben empaparse de los nuevos conceptos tecnológicos y entender su implicación para tener una mejor perspectiva sobre cómo se va a modificar su negocio.
Ya no es válido pensar que en este nuevo modelo donde se utilizan términos técnicos simplemente se delega esta tarea a quién sí los comprenda. La migración a la industria 4.0 no es una tarea que dependa del área de TI de una empresa, pues ellos no son los responsables del crecimiento del negocio y tampoco tienen la perspectiva completa de la compañía; la visión de una transformación siempre viene de los directivos, presidentes o encargados de área de negocios.
No obstante, la idea de delegar los temas de inclusión de tecnología o selección de nuevas herramientas al área de TI predomina entre los ejecutivos responsables de un negocio, sin comprender que dicha área es un importante medio facilitador del cambio, siendo los encargados de mantener la infraestructura y los sistemas que darán soporte a la digitalización, pero no su dueño.
Delegar el camino hacia la industria 4.0 al área de TI es como construir una casa sin que el dueño transmita sus ideas a un arquitecto, por lo tanto, haría esta transformación digital una tarea incompleta provocando que los resultados esperados puedan estar muy por debajo de lo que se podría conseguir.
Las ventajas de tomar la responsabilidad de adoptar el cambio digital desde la cabeza de una compañía, además de asegurar el éxito, ayuda a asegurar que la satisfacción en las experiencias de compra de los clientes sea el principal objetivo de la misma.
En resumen, la transición hacia la industria 4.0 requiere que las cabezas de área se transformen en ejecutivos 4.0 capaces de dejar a un lado el miedo a acercarse a la tecnología y lideren el cambio en sus organizaciones.