Sin duda, las fechas especiales permiten reflexionar y ver el mundo con más ligereza y hasta un poco de humor, por esto es que en Halloween es un buen momento para revisar historias de terror que viven los profesionales TI.

Todos los días pueden ser un terror de Halloween si tienes que enfrentarte a cualquiera de las siguientes situaciones: aburrimiento intenso, demoras en la liberación o ser forzado a usar herramientas que odias. Algunas historias de programadores que vivieron días de terror son:

«Me estrellé la bolsa de valores de Nueva Zelanda»

Así que … me estrellé la bolsa de valores de Nueva Zelanda. Apago los servidores en la ventana equivocada.

Estábamos sentados en la sala de operaciones y teníamos una sirena de policía preparada para cuando la bolsa de valores baja porque necesitamos saberlo. Así que ingreso mi comando en el teclado, y de repente, la sirena se activa.

No puse dos y dos juntos para empezar. Pensé: «¡Genial! Nuestra sirena se ha apagado. «Así que empecé a mirar varios sistemas, y luego pensé: ah, espera un segundo.

Y ese es el día en que descubrimos que nuestra recuperación de desastres realmente funcionó. Nunca habían sido probados antes.

«Me las arreglé para eliminar un sistema operativo completo»

Hace mucho tiempo, tenía una configuración de computadoras diferente a la que tenemos hoy. Estaban en los discos extraíbles, todos están escondidos en estos días, pero tenías grandes gabinetes grandes. Teníamos algo así como £ 25 millones en software desarrollado en los discos, y yo estaba haciendo las copias de seguridad rotativas. Alguien colocó un interruptor en la parte frontal de la computadora de manera incorrecta, que se inició automáticamente.

Entonces, lo que hizo fue poner el disco, y tuvimos un pequeño problema de alimentación, que se inició automáticamente en la mitad del respaldo. Corrigí el primer software de £ 25 millones, y luego puse el siguiente disco y corrompí ese. ¡Y luego puse el siguiente porque estaba haciendo la rotación completa! Y al final, no me quedaba ninguno.

Pasé las siguientes tres semanas parcheando un sistema operativo y un software casi completos. Nunca llegué del todo. Perdí cerca de dos meses de trabajo al final. Oh, Dios mío, estuve trabajando durante horas y horas.

«El software que lanzamos tuvo una gran falla de seguridad»

Lanzamos un servicio que permitía a las personas descargar software, que tenía una gran falla de seguridad. Nos dimos cuenta unos quince minutos después de que lo implementamos. Y luego corrigió frenéticamente la vulnerabilidad y empujó la solución allí. No nos explotaron ni nada, así que todo estaba bien, pero ese fue un buen ejemplo de «cuando la mierda golpea al fanático, ¿qué tan bueno eres para solucionarlo?»