El Internet of Things (IoT) lleva un tiempo escuchándose en las TI, tal parece que el entorno ya maduró para esta tecnología, pues cada día existen más dispositivos conectados a Internet en todas partes.
No es de extrañar, que un gran número de profesionales se encuentren desarrollando aplicaciones para el IoT, así que estos requieren elegir algún lenguaje de programación para lograrlo.
Mientras que los sospechosos habituales de lenguajes populares ya dominan el espacio de IoT, la encuesta de la Fundación Eclipse encontró al menos 14 diferentes lenguajes fueron mencionados por el 5% o más de los desarrolladores.
El esfuerzo de código abierto de IoT del Proyecto Eclipse se ha expandido, y ahora hay más de 20 proyectos diferentes que abarcan millones de líneas de código. Mucho está en Java, pero hay mucho en Python, JavaScript, C y otros marcos importantes.
Entre las tecnologías más populares, que destaca la encuesta de Eclipse:
Se ha convertido en la mejor opción en este contexto. La razón por la que Java Development ha ganado gran popularidad en el espacio de IoT es que permite a los desarrolladores crear y depurar el código en sus escritorios y luego transferirlo a cualquier chip con una Máquina Virtual Java (JVM, por sus siglas en inglés). En consecuencia, el código puede ejecutarse no sólo en lugares con JVM comunes, sino también en las máquinas más pequeñas. Esto significa que Java no está limitado por hardware, además de que es apto para mover el código a dispositivos integrados más pequeños.
Lenguaje conocido por crear aplicaciones web ricas en características y que también ha ganado credibilidad para impulsar aplicaciones IoT. Funciona bien para desarrollar aplicaciones de uso intensivo de datos, específicamente si es necesario manejar grandes volúmenes de datos complejos. Al igual que Java, Python tiene un código fuente limpio, compacto y fácil de leer. Es popular para los Controladores de Borde de Sesión (SBC, por sus siglas en inglés) ya que viene con una variedad de características de Internet y bibliotecas simples. En el lado negativo, Python solo es adecuado para dispositivos pequeños con memoria limitada y potencia de cálculo.
El siguiente en la lista de los lenguajes de programación preferidos para las aplicaciones de IoT es JavaScript, con el entorno Node.js como el claro ganador. Se prefiere JavaScript para construir sistemas controlados por eventos en este espacio, ya que tiene la capacidad de administrar redes grandes y complejas de dispositivos conectados. Otra razón de su popularidad es su eficiencia en términos de recursos; admite el procesamiento simultáneo de múltiples tareas sin esperar a que cada una de ellas se complete individualmente.
Otro lenguaje de programación que gobierna el paisaje de IoT. A pesar de su sintaxis saturada, se considera la mejor opción para escribir en la capa más baja de software que se encuentra más cerca del hardware. Dado que C es la base de varios otros lenguajes de codificación, su conocimiento es una necesidad básica para quienes trabajan en proyectos de IoT. El hecho de que se pueda modificar para obtener el mejor rendimiento incluso de un dispositivo con poca potencia hace que sea perfecto para las aplicaciones basadas en IoT.
- Swift
Básicamente, se utiliza para desarrollar aplicaciones de iOS, Swift es el lenguaje adecuado para crear aplicaciones de IoT que interactúan con iPhones y iPads para encender los dispositivos conectados. Ya se ha hecho cargo de su predecesor, Objective-C, en términos de popularidad. Apple ha creado bibliotecas e infraestructura que sirven como la base de su plataforma HomeKit. Esta plataforma permite la integración de fuentes de datos desde una red de dispositivos conectados, lo que permite a los desarrolladores enfocarse en su trabajo mientras HomeKit se encarga de la integración de la sobrecarga.
La elección de una tecnología para una aplicación basada en IoT es bastante similar a la de una aplicación de escritorio normal. Sin embargo, la elección de un lenguaje de programación para un proyecto de este tipo requiere la consideración de los parámetros clave, como el entorno objetivo y los recursos disponibles.
Las aplicaciones de IoT incluyen concentradores y sensores, con algún tipo de arquitectura de microservicio, que empujan los datos a las bases de datos estándar para que la aplicación se ejecute.