La delgada línea que existe entre las Tecnologías de la Información y el área de negocio se vuelve más tenue, ya que cada día hay más soluciones de software que atienden, y resuelven, problemáticas de las empresas de manera más eficiente.

En ese sentido, tenemos los ERP que típicamente sirven para manejar la producción, logística, distribución, inventario, envíos, facturas y contabilidad de la compañía de forma modular.

Sin embargo, la planificación de recursos empresariales o el software ERP puede intervenir en el control de muchas actividades de negocios como ventas, entregas, pagos, producción, administración de inventarios, calidad de administración y la administración de recursos humanos.

Debido al control que se tendrá en México con respecto a los pagos electrónicos que deben  pasar por el SAT, se espera que cada día más empresas requieran de este tipo de soluciones indica Almir Pereira Filho, director Comercial Softland México, empresa especializada en ERP.

Así que será conveniente que los profesionales en TI se capaciten en este tipo de soluciones tecnológicas para tener mejores oportunidades de empleo.

En palabras de Almir una de las principales habilidades que se requiere para convertirse en un profesional de ERP se debe especializar en procesos, ya que tiene que estar en contacto con contadores, facturistas y la gente de producción para automatizar sus labores.

En ese sentido, detalló que un profesional ERP es alguien que va más allá de los «fierros», pues debe ser capaz de discutir temas como son costeo estándar en la producción o temas legales de nómina, por lo que deberá tratar con diversas áreas dentro de las empresas.

Al respecto comentó que capacitar y preparar a un profesional en este tipo de soluciones es algo complejo, ya que en la actualidad las universidades, en específico las ingenierias especializadas en tecnología continúan muy enfocadas hacia lo técnico. Explicó que para que un profesional TI se convierta en un experto en ERP pasa cerca de medio año, ya que tiene que pasar tres meses para dominar la teoría y otros tres en preparación para estar frente al cliente y llevar a cabo sus primeras entregas de proyecto.

Agregó que para atraer y capacitar al talento en Softland se creará un programar para estudiantes con la finalidad de enseñar estos procesos fuera de lo técnico con la finalidad de tener una base de empleados capacitados, que de manera rápida se integrarán a la vida laboral.

Para entender lo complejo que es que el aprendizaje de procesos puede mejorar la labor de los profesionales TI, Almir compartió su experiencia quien pasó de ser desarrollador de software con COBOL pasó por diferentes grados hasta llegar a la parte comercial.

En concreto recuerda cuando estuvo en una posición en la que trabajó de cerca con contadores y en la que tenía que desarrollar soluciones para las diferentes áreas de la empresa, así que tuvo que aprender un poco de esa parte administrativa.

Otra cuestión que el director Comercial de Softland, comentó fue acerca del panorama de inversiones en tecnología ERP para México, que debido a la volatilidad e incertidumbre en la economía mundial, las fluctuaciones en el precio del petróleo, el alza con máximos históricos del dólar, la entrada en vigor de la Contabilidad Electrónica como acontecimiento cúspide de la transformación a nivel fiscal, entre otros, se muestra incierto el panorama.

Si bien es cierto que los cambios continuarán, las empresas deben estar preparadas internamente para hacer frente a las nuevas condiciones del mercado y asegurar un porvenir satisfactorio para el 2016, por lo que resulta de vital importancia contar con sistemas administrativos.

Es importante tomar conciencia que para llevar a cabo la elección de un buen sistema de gestión ERP, se requiere de una inversión de recursos y tiempo.

Sin embargo, los beneficios que se obtienen de su adquisición lo valen ya que marcan la pauta para incrementar exponencialmente la competitividad y rentabilidad de la empresa. Pero lanzó una sentencia para las empresas que no inviertan en tecnología, ya que no lograrán pasar el promedio de dos años, que es lo que habitualmente viven las organizaciones.