Por: José Antonio Ramírez González

Cada vez somos testigos de que la globalización y la tecnología plantean nuevas formas en las que el talento colabora e interactúa entre sí y con sus empleadores.

¿A que nos referimos? A que en el país será común que las organizaciones adopten en su fuerza laboral una mezcla de empleados de tiempo completo, subcontratados, profesionistas independientes y otras personas sin un vínculo formal con la organización que colaboran desde roles cambiantes a través de fronteras organizacionales y regionales.

Según la consultora Deloitte,  talento y  empleadores se buscan hoy uno del otro en términos más igualitarios  y desde cualquier lugar del mundo, en una relación laboral en evolución que combina empleados de tiempo completo, contratistas y, sobre todo, trabajadores independientes conocidos en la jerga laboral como “freelance”, que cada vez optan por ser contratados de esta forma porque consideran que es lo más adecuado. O bien, porque simplemente buscan aprovechar las oportunidades que se les presentan en un mercado que, como el mexicano, cada vez los demanda más, como precisamente ocurre con los profesionistas especializados en TI.

Por ejemplo, la carrera de programador está al alza. “Es muy fácil encontrar un trabajo (como tal) y vivir del sueldo que te proporciona, además resulta sencillo cambiarte de trabajo que incluya un aumento o alguna otra condición que mejore tu trabajo anterior”, señala Erick Camacho, experto programador en plataformas Java e iOS.

La razón de ese tipo de beneficios –señala- es que resulta difícil encontrar buenos programadores y que, incluso, ahora que más gente se ve atraída a esta profesión, los profesionales de la programación siguen siendo insuficientes. Además de que es una profesión muy especializada, ser programador no es sencillo dominarlo como tal, tampoco es tan mecánico como para automatizar esta profesión, ni tan sencillo para convertirlo en un “commodity”.

Por eso, a pesar de que económicamente conviene mucho ser programador la gente dedicada a ello se mueve con más libertad como talento freelance, señala Deloitte, en un modelo de compensación que se vuelve más inteligente.

Y es en esto último en que para los profesionistas de TI, tanto recién egresados como de larga currícula, representa una oportunidad que los expertos consideran no dejar pasar por alto por diversos motivos. Entre ellos, es ampliamente conocido que sus habilidades para resolver diversas problemáticas relacionadas con el uso y manejo de las TI son lo que más se está demandando entre las organizaciones, refieren los especialistas en búsqueda de talento.

Al final, el monto del sueldo y las compensaciones adicionales que se ofrezcan serán factores determinantes que optarán por aceptar una plaza definitiva o, en otro caso, ofrecer sus servicios de manera independiente para que, en la medida de que sus posibilidades, les permitan, subcontratarse con otra empresa y realizar las mismas u otras funciones relacionadas con su carrera profesional o especialidad.

Andrés Pérez Ortega, experto en Estrategias de Posicionamiento Profesional y Recuperación Personal, señala al respecto: “Si eres muy bueno en programar en lenguajes que ya van de retirada, que son muy complejos o si tienes la habilidad para resolver cualquier problema de hardware en grandes centros de cómputo,  puedes encontrar aquí algún rendimiento extra al valor de tu trabajo”.

La clave aquí, indica, es saber darle valor a tu trabajo para que  los empleadores estén dispuestos a pagar por ello porque les “resolverá la vida” y muchos problemas.

Pérez Ortega recalca que en estos casos es importante considerar que al menos existen posibilidades de obtener mejor compensación por situaciones como las arriba referidas, sobre todo cuando el profesionista en TI atraviesa un momento de transición, se acostumbra a tener un ritmo de trabajo para dos o más clientes, o bien, busca el momento adecuado para cambiar de organización.

El panorama resulta halagador en México -de acuerdo a Erick Camacho- principalmente porque  están apareciendo empresas que se dan cuenta que el software les puede brindar  ventajas competitivas, por ejemplo, y se dan a la tarea de contratar programadores con los beneficios de estar en nómina y con un plan de carrera.

Otro caso –agrega- son las denominadas “startups” (empresas nacientes) que ofrecen acciones a cambio de un menor salario que el mercado, pero con la visión de que si la empresa genera ganancias, una parte será para el profesionista en TI.  “Incluso, consultoras que apuestan por mantener altos sus estándares de calidad en su trabajo y, en base a ello, saben que es vital tratar bien a los programadores (para retener a los buenos) y les proveen beneficios más allá de los de la ley”.

Gustavo Tavares, director general de la consultora HAY Group, puntualiza al respecto que en México la tendencia es muy clara: las empresas estarán asociando más sus planes de pago a componentes de desempeño, para medir con mayor precisión el retorno real sobre la inversión y/o el impacto que cada colaborador, de base o freelance, es capaz de aportar a la organización.

“Las perspectivas a corto y mediano plazo indican que es importante que las empresas prevean estas circunstancias y revisen desde ahora sus planes de pago para compensar mejor a sus colaboradores”.

Por lo pronto, las condiciones de ser contratado de base o como freelance están dadas.  Los mismos expertos entrevistados sugieren al profesionista en TI no desaprovechar el momento que actualmente se vive en las organizaciones. El mercado está a la alza y recompensa el talento.

El autor, José Antonio Ramírez, es periodista especializado en TIC y negocios desde hace más de 20 años, además se ha desempeñado como editor de publicaciones especializadas como Byte, LANTimes e Interoffice, así como secciones en diversos diarios.