Cuando una compañía toma la decisión de incorporar soluciones de software es muy común que surjan dudas sobre si conviene adoptar productos estándares o si es preferible adquirir otros personalizados que se adapten a las necesidades específicas. Se ha dicho y escrito mucho sobre metodologías ágiles de implementación para que la empresa usuaria pueda ver los resultados de la inversión en –por ejemplo- un ERP o CRM rápidamente.
Tanto la estandarización como la customización deben considerarse antes de realizar la implementación, lo importante es estar asesorado correctamente para elegir lo mejor para la empresa. A continuación explicamos en qué consiste cada una de estas formas y las ventajas y desventajas que implica la adopción de una u otra.
Estandarización
La estandarización es fundamental tanto en el proceso de ejecución de proyectos como también en el producto final. Existen muchos procesos y soluciones que se encuentran probados, son replicables y fueron sometidos a muchos ciclos de retroalimentación y mejora continua. En esos casos, no hay motivos para no ir hacia esa estandarización que, entre otras cosas, permite:
– Mejorar los tiempos de implementación de los proyectos.
– Minimizar los riesgos.
– Disminuir los costos de ejecución.
– Brindar mayor seguridad a la hora de operar y mantener soluciones.
– Reducir tiempos y costos de inducción, capacitación y puesta en marcha.
Es recomendable adoptar estas soluciones estandarizadas en los casos que sean aplicables. Salirse de ellas no representaría necesariamente una ventaja, ya que podría aumentar los costos de entrada y mantenimiento, y los tiempos de implementación.
Customización
Cada organización tiene su impronta, su forma de hacer las cosas, aquello que lo identifica, que define en parte su ADN y lo diferencia del resto. Es ahí donde se plantea la necesidad de personalizar las soluciones de acuerdo a las necesidades específicas. No todas las soluciones de ERP en el mercado admiten ser personalizadas en los aspectos que la empresa lo requiere, o a un costo razonable. Sin embargo, algunas soluciones cuentan con múltiples herramientas pensadas y diseñadas para brindar flexibilidad y autonomía a los proyectos y al crecimiento de la solución, sin caer en la necesidad de desarrollos a medida. Estas herramientas permiten a un perfil técnico capacitado dentro de la estructura del cliente, definir funcionalidad específica que responda a las necesidades puntuales de la empresa, evitando completamente la dependencia respecto al proveedor.
Si analizamos las diferencias entre los tiempos de implementación de un proyecto totalmente estandarizado, respecto de uno con algunos aspectos personalizados, tomando como referencia una empresa mediana, podríamos decir que el primero se puede llevar a cabo en un plazo dentro del orden de los 4 meses a 6 meses, mientras que el proyecto de customización redundará en un aumento de la variable tiempo de entre un 20% al 40%.
No obstante no hay que perder de vista el hecho que no existen dos proyectos iguales, la elección de una u otra forma de adopción dependerá mucho de cada empresa.
Almir Pereira Filho, director Comercial de Softland México.