Gracias a los avances tecnológicos nuevas ofertas de empleo surgen para los profesionales TI, además de que su labor cada día afecta de manera positiva la vida de las personas y es que algunas tendencias que han pasado de ser una opción que simplemente agregaba valor a ser una necesidad para las empresas, usuarios y clientes de diferentes industrias.
El surgimiento del concepto de Big Data, y con éste de “Analytics” (analítica), es un ejemplo de aquellas tendencias que en un principio se presentaban como una innovación que podría marcar un diferencial importante, pero que ahora constituye un “must” en la estrategia de TI y negocios de muchas organizaciones.
Según IDC, el mercado de Big Data llegará a los 800 millones de dólares en América Latina, lo que representa un crecimiento del 33% respecto al año 2014, cifras citadas por Carlos Ferrer, gerente general de Unisys para América Latina Central, Sur y Andina.
El éxito de una empresa actualmente está en sus capacidades de innovación y competitividad, en esa búsqueda por ser la mejor opción que hay en el mercado sin importar que cada día salgan al mercado nuevos competidores con nuevos modelos de negocio.
Según un estudio de EMC de 2015, el 65% de los ejecutivos encuestados sienten que sin el Big Data se convertirían en irrelevantes y no competitivos. La analítica permite un acercamiento a los datos nunca antes visto en el cual podemos encontrar patrones ocultos, correlaciones, tendencias del mercado, preferencias de los consumidores, y, en definitiva, información valiosa de y para el negocio.
Sin embargo, existen muchas empresas que aún se encuentran con diferentes retos a la hora de implementar soluciones de analítica y minería de datos. ¿Cuáles son estos retos y qué pueden hacer las organizaciones para crear una estrategia que permita sacar el máximo provecho a la información generada interna y externamente?
En primer lugar se debe pensar en la implementación de una plataforma de Analítica Avanzada, la cual es compleja y requiere más de 10 soluciones diferentes que permitan la integración con las diferentes tecnologías de infraestructura que por lo general tiene una empresa. De igual manera, para lograr un análisis integral de la información se requieren más de 12 soluciones o aplicaciones y al menos otras 7 soluciones para gestionar las fuentes de información y la integración con los aplicativos actuales. Una vez seleccionadas las soluciones es necesario implementarlas, configurarlas, integrarlas y administrarlas.
Posteriormente se debe enfrentar el hecho de que existe una insuficiencia de personal capacitado en analítica, también llamados “Científicos de Datos”, para crear los modelos matemáticos y analizar de forma correcta la data y sacarle el máximo provecho.
De igual forma la empresa puede tener una limitada capacidad para almacenar y analizar de forma eficiente y en tiempo real la cantidad de información que es generada a grandes velocidades debido a que la infraestructura de almacenamiento no logra soportar todos los datos ni entregar reportes actualizados al momento de una consulta, lo cual demanda una restructuración de las plataformas de TI con el fin de poder aprovechar las ventajas de la nube.
A pesar de ello, hacer estos cambios es una inversión que, comparada con los beneficios que trae el análisis de datos, puede ser muy pequeña, especialmente si se realiza de manera correcta. Poder identificar dónde debemos hacer un esfuerzo mayor para mejorar los números de la empresa, y determinar qué cambios podrían funcionar para usar los recursos de forma más efectiva y así crear nuevas estrategias que contribuyan al desempeño del negocio, son factores que a mediano y largo plazo justifican esta inversión en TI.