Debido a lo personal que se vuelve la tarea de programar podría resultar e inclusive sonar extraño que sea una actividad que se realice en equipo, aunque algunos expertos indican que es mejor para la productividad y tranquilidad pues es probable que se termine más rápido y mejor un proyecto.
Este es uno de los consejos que nos brinda James Shore, autor del libro The Art of Agile, quien toma los conocimientos de la metodología ágil para facilitar la vida a los programadores y así ofrecernos una atractiva visión de cómo sacar provecho al trabajo en equipo.
Lo primero que destaca es la forma en que hace una comparativa al programar en pareja es que se parece a la tarea de conducir, pues nos dice que el «conductor» es la persona encargada de escribir código, en tanto el «navegante o co-piloto» es quien se encarga de pensar.
Acerca de esta relación escribe que como navegante, a veces se piensa en lo que el conductor está escribiendo. Además se piensa en qué tareas trabajar a continuación, y reflexiona en cómo armonizar el trabajo del diseño general.
Esta división le permite al conductor trabajar de forma libre en los desafíos tácticos de crear código riguroso y sintácticamente correcto, sin preocuparse por los temas generales, y le brinda al navegante la oportunidad de considerar la estrategia sin distraerse por los detalles del código.
Juntos, el conductor y el navegante crean productos de mayor calidad y más rápido de lo que podrían hacerlo por separado (un estudio reveló que a a la pareja le lleva 15% más esfuerzo que estando sólo, pero produce resultados más rápido y con 15% menos de defectos (Cockburn y Williams), aunque vale la pena analizar cada resultado por separado, ya que cada equipo es diferente.
El programar en pareja también te puede ayudar para introducirte en Extreme Programming (EP) en el que se usan los conceptos de pruebas continuas y mejoras al diseño, que requieren de mucha disciplina. Cuando estás con un compañero, se tiene una presión positiva para realizar estas tareas difíciles y cruciales. Se reparte el conocimiento del código y los consejos en todo el equipo.
Shore también ve la ventaja de que al estar en esta sintonía es más fácil que logres fluir en ese estado de inmersión en el código, porque estamos trabajando con un compañero, pero es mucho más resistente a las interrupciones. Para empezar, a los compañeros de oficina les suele resultar más difícil distraer a alguien que está acompañado.
A todas estas cuestiones el autor indica que programar en parejas te ayudará a ver las tareas diarias de una manera más divertida, pues nos será más fácil superar bloqueos y problemas. La mayor parte del tiempo estaremos colaborando con personas inteligentes y abiertas. Y además, si nos cansamos de teclear, le podemos dar el teclado a nuestra pareja y seguiremos siendo productivos.