A medida que los espacios de trabajo estén más conectados, empezarán a producir información sobre cómo se comportan e interactúan las personas en el lugar de trabajo, nos comparten Tony Walt, Group Executive End-user Computing; y Joe Manuele, Group Executive Customer Experience and Collaboration de Dimension Data.

Anteriormente, cuando las personas trabajaban en dispositivos aislados no había forma de comprender cómo interactuaban con otras personas y sistemas. Solo disponía de los informes de información de los directivos que le proporcionaban una vista del pasado.

Ahora, con las aplicaciones de colaboración en la nube y la entrada de aplicaciones B2C en la empresa, existen muchas más fuentes de información sobre lo que está sucediendo. Podemos recoger información de transacciones entre personas en la organización y utilizarla para predecir resultados.

Con dispositivos y sistemas mejor conectados, podemos empezar a analizar el comportamiento de los individuos, ver cómo se relacionan entre sí y saber si estas relaciones laborales son óptimas para una colaboración productiva.

Cuanto más mueve su tecnología de comunicación y colaboración a la nube, más da la entrada a una visión completamente nueva sobre cómo interactúan las personas y se involucran entre sí.

El espacio sobre el que arroja luz es uno sin límites: es cualquier lugar en el que trabajen sus empleados y llega no solo hasta los empleados sino también a los proveedores, socios y, en última instancia, a los clientes.

Resulta muy útil para que las organizaciones entiendan dónde resulta óptima la interacción de su personal y dónde no lo es. Donde la interacción y la colaboración son óptimos, ayuda a la innovación y, a su vez, ayuda a las organizaciones a ser más competitivas.

Por este motivo, los espacios de trabajo digitales son una tendencia emergente importante y las empresas deberían buscar asesoramiento de un asesor empresarial digital establecido para analizar los datos emergentes y definir su estrategia de espacio de trabajo futura.

Las videoconferencias solían significar tener una habitación de telepresencia dedicada. Tenía que ir a una ubicación específica para poder participar en una videoconferencia. Luego, a medida que los precios bajaron, salas de conferencias más pequeñas empezaron a equiparse con telepresencia. Recientemente hemos observado la adopción de dispositivos terminales de vídeo personal.

Durante el último año los precios han caído aún más, y los terminales de vídeo también se han convertido en más fáciles de utilizar. Esto es debido, en parte, porque las aplicaciones se han movido a la nube. No tiene por qué tener unidades de convergencia de medios dedicadas o enlaces de vídeo en su propio centro de datos, y resulta muy sencillo añadir usuarios.

Una videoconferencia también involucra una combinación de personas que se han unido desde la WiFi de un hotel, en un portátil, mediante una sala de telepresencia en las oficinas centrales y una persona en un terminal personal en su oficina doméstica.

Normalizar el uso del vídeo cambia la cultura de una organización. Google ha tomado la decisión de facilitar la comunicación por vídeo en la totalidad de sus 50 000 salas de conferencias. De modo que no queda otra opción que comunicarse por vídeo. Y la gente de Google dice que ha cambiado su cultura. Ha cambiado la forma en la que colaboran y también ha mejorado la productividad de las reuniones.

Creemos que la tecnología es la clave que libera el potencial de los negocios y de todo el mundo, de formas que estamos empezando a comprender. Al aplicar nuestras capacidades en los espacios de trabajo del mañana y en nube híbrida, infraestructura digital y ciberseguridad, esperamos continuar ayudando a nuestros clientes a acelerar su camino hacia la conversión en un negocio digital en 2017.