Las empresas de tecnología, en gran parte, deben su innovación no sólo a la tecnología, también va relacionado a las políticas de contratación de personal que va a la vanguardia, por ello es que la diversidad juega un papel determinante para el desarrollo de las organizaciones.

En este punto, es donde la diversidad cultural juega un papel muy importante. Numerosos estudios e investigaciones constatan que la diversidad cultural añade valor a las empresas, incrementa las posibilidades de captar talento, enriquece la cultura organizacional y aumenta el número de clientes.

Además, dichos estudios confirman que si se sabe gestionar la diversidad cultural, se pueden obtener beneficios tanto económicos como sociales, que a su vez redundarán en un equilibrio social en el entorno laboral.

Es común que las PyMEs inicien como una buena idea que se vuelve exitosa cuando la empresa aprende a hacer bien las cosas. Esto trae consigo una sinergia entre los empleados que iniciaron su camino junto con la empresa y los que van formando una manera similar de ver y hacer las cosas. Éste ejemplo es comúnmente el reflejo de cómo iniciaron algunas empresas familiares.

Cuando estas empresas continúan haciendo bien las cosas e innovando, el crecimiento también implica nuevos retos para la organización y la manera en que enfrenten estos retos, será una parte decisiva para el éxito o fracaso de la misma.

El contratar empleados que forjaron experiencia en diferentes empresas a la PyME, brinda perspectivas enriquecedoras que permiten no sólo ver lo que funcionó, sino también identificar algunas áreas de oportunidad que pueden ayudar a mejorar el negocio.  Y son justamente estas perspectivas las que ayudan a comprender que el mercado original no se ha saturado, simplemente es necesario diseñar diferentes estrategias para llegar a un sector más grande.

Factores como género, orientación sexual o incluso capacidades diferentes son factores de diversidad cultural que pueden proporcionar un valor diferente a las empresas y a impulsar la innovación a través de compartir e implementar ideas diferentes de cómo hacer las cosas.  Esto, por brindar un ejemplo, a la larga puede ayudar a la empresa a ingresar a otros sectores demográficos.

Otro factor cultural que es importante no ignorar, es la diferencia generacional la cual se ve muy marcada en la adopción de las diferentes herramientas tecnológicas.  Si bien esto podría parecer trivial, en realidad es de suma importancia, ya que las nuevas generaciones pueden ayudar a las PyMEs a obtener mayores beneficios de la tecnología al mejorar la productividad o encontrar formas innovadoras de hacer las cosas.

Las PyMEs que toman en cuenta esta diversidad cultural y la administran correctamente tendrán más oportunidad de posicionarse favorablemente conforme vayan creciendo. Cuando llegue el tiempo de expandirse a otros mercados, tendrán las bases correctas, buenas prácticas y el capital humano calificado que les permitirá entender mejor otros segmentos.

En conclusión, la diversidad cultural y su influencia en las pequeñas y medianas brinda grandes beneficios que van desde adopción de nuevas soluciones, que las hacen más productivas e innovadoras, hasta ventajas de identificación de nuevas oportunidades o mercados clave donde se pueda desarrollar alguna PyME en particular.