Una tecnología que podría cambiar la manera en que nos relacionamos con las máquinas es el Proyecto Watson, un sistema capaz de responder a preguntas complejas en lenguaje natural, como si lo hiciera un humano.

Watson es una supercomputadora que recibe nombre del fundador de IBM, Thomas J. Watson, y que trabaja en la arquitectura de DeepQA. Una mezcla de diferentes tecnologías y conocimientos como el Machine Learning, el procesamiento del lenguaje natural, la inteligencia artificial, la interacción humana, el razonamiento, entre otros.

La manera en que trabaja Watson es que en lugar de confiar en un sólo algoritmo, usa cientos de algoritmos para encontrar respuestas posibles, puntuar las respuestas, reunir evidencia de apoyo adicional para cada respuesta posible. Prosigue a evaluar la evidencia mediante el uso de un procesamiento complejo del lenguaje natural. Si el nivel de confianza es lo suficientemente alto, Watson responde a la pregunta realizada.

El desarrollo de Watson fue motivado por el concurso de televisión Jeopardy!, ya que sus creadores buscaban que la máquina venciera a los participantes humanos. Fue en 2011 que Watson venció a los dos mejores concursantes en la historia del programa.

Para tal hazaña, la base de datos de Watson se “alimentó” de fuentes como enciclopedias, diccionarios, artículos de noticias y obras literarias. En esos tiempos la tecnología aún era física y se componía de 2800 procesadores, con varios teras de RAM. Unos años después pasó a alojarse completamente en la nube.

Tal fue el impacto de Watson en el mundo de la tecnología, que en 2014 IBM creó el Grupo Watson con una inversión de mil millones de dólares. La tarea del grupo, que aún permanece activo, consiste en identificar mercados y desarrollar tecnologías de computación cognitiva a través de la nube que puedan revolucionar los negocios.

En esta línea, durante 2015, se formaron las unidades de negocio, Watson Health, orientada a mejorar la efectividad de la atención sanitaria; y Watson Internet of Things (IoT) para extender las capacidades de Watson a los miles de millones de dispositivos conectados, sensores y sistemas que componen el Internet de las Cosas.

IBM además abrió el proyecto con Watson Developers, que se aloja en la nube, a la que accede de todo el mundo para diseñar, probar y desplegar nuevas aplicaciones. También ha ampliado las APIs y servicios de Watson para que las empresas puedan aprovechar esta oportunidad de mercado.