En la actualidad, para muchos, ir a la oficina ya no es necesario salir. Un gran número de empleados han tenido que recluirse en casa y parece que la tendencia seguirá en aumento.

Trabajar desde casa puede presentar una serie de desafíos únicos, especialmente cuando se trata de su salud. La abundancia de tentempiés atractivos en la cocina, la falta de estimulación social y la tentación de trabajar en una posición inadecuada, como en la cama, pueden sabotear las mejores intenciones de salud de un colaborador.

• Establece un espacio de oficina separado

Use un espacio en su hogar que esté designado únicamente para trabajar. Tus actividades en la cama deben limitarse a dormir. Llevar materiales de trabajo puede interferir con su capacidad para relajarse más adelante. Y trabajar desde el sofá puede crear asociaciones mentales que mantendrán su mente ocupada con obligaciones profesionales, incluso fuera de las horas de trabajo. Incluso si vives en un pequeño estudio, coloca un escritorio y una silla y separa lo profesional de lo personal.

• Levántate cada hora y salga al menos una vez al día

Puede ser fácil quedarse atascado en su asiento, especialmente porque se siente cómodo en su espacio. Configura un temporizador o usa una aplicación para recordarte que debe levantarte y estirar una vez cada hora, y asegúrate de salir, incluso en tu calle, con las debidas protecciones.

• Programa entrenamientos

Cuando crees tu horario, usa la flexibilidad a tu favor. Programa tus entrenamientos como lo hace en las reuniones, pero anótalos antes de comenzar a trabajar, durante el almuerzo o fuera de horario.

• Crea un ambiente relajante

Quedarse en casa significa que tiene rienda suelta sobre tu entorno, así que haz que tu área de trabajo sea relajante y mantén tu nivel de estrés bajo control. Si te encantan las velas perfumadas, colócalas alrededor de tu escritorio. Si una hermosa vista te ayuda a mantener la calma, coloca su escritorio frente a una ventana o al alcance de la vista de las obras de arte que disfruta.

• Mantén un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida al registrar su tiempo y establecer límites

Controla tus horas y sé responsable. No dejes que el trabajo se filtre en tu tiempo personal, o viceversa. Si puedes, evita trabajar los fines de semana y vigila cuánto tiempo dedicas al trabajo todos los días.

• Báñate y vístete como si fueras a la oficina

Algunos expertos creen que adoptas las características asociadas con lo que llevas puesto. De hecho, un estudio de 2012 encontró que las personas que pensaban que estaban usando una bata de laboratorio de médico mostraban una mayor atención, mientras que aquellos a quienes se les dijo que era una bata de «pintor» no lo estaban tanto. Los autores dijeron que creían que «la influencia de la ropa depende por tanto de su uso y de su significado simbólico». Entonces, en lugar de quedarte en pijama todo el día, utiliza un atuendo que probablemente usaría en la oficina. Sentirse competente no se trata solo de productividad: las investigaciones han demostrado que la autoeficacia tiene un impacto positivo en los comportamientos de salud, incluido el control de peso y el ejercicio.

• Participa en una comunidad virtual de trabajadores en casa

Es importante tener alguna conexión social, incluso en ausencia de compañeros de trabajo. Mantener conexiones sociales saludables mejora tu bienestar general y te ayuda a mantenerte motivado.

imagen: Luke Peters