Ser un desarrollador de software en el mundo tecnológico actual tiene muchos beneficios asombrosos. Dado que los desarrolladores pueden trabajar en prácticamente cualquier entorno que elijan, tienen una amplia diversidad de oportunidades a su disposición.

Según el entorno que elija la persona, pueden trabajar en grandes corporaciones o pueden decidir trabajar desde casa en proyectos más pequeños que solo serán vistos por audiencias seleccionadas. Independientemente del tipo de entorno en el que trabaje el desarrollador, es importante tener en cuenta que pueden ocurrir problemas importantes. De hecho, algunas de las historias que los desarrolladores comparten con otros pueden ayudar a evitar que vuelvan a ocurrir problemas iguales o similares.

Aquí hay 3 historias de terror de programación que todo desarrollador debería conocer o con las que ya está familiarizado.

• Errores costosos de desarrollo de software

Hay muchos tipos diferentes de historias de programación de terror que los desarrolladores y sus clientes pueden contar. Si bien algunas de estas historias de terror pueden ser el resultado de errores por descuido o algo que no se podía prever, algunas de las más difíciles y difíciles de explicar son aquellas que resultan en la pérdida de grandes sumas de dinero.

Por ejemplo, uno de los más notables es un desarrollador de software que realiza un cambio rápido sin probar las modificaciones antes de colocarlas en un entorno bancario en vivo. Debido a que los cambios no se descubrieron hasta más tarde durante ese día, el banco perdió aproximadamente $ 153,000 en un corto período de tiempo.

• Sin plan de recuperación de respaldo e implementación de un nuevo sistema

Aunque hay muchos tipos diferentes de errores monumentales que se pueden cometer en cualquier proyecto de desarrollo de software, uno de los peores que la gente no espera es la falta de un plan eficaz de recuperación ante desastres.

Desafortunadamente, dado que algunas empresas ejercen una gran presión sobre sus desarrolladores para que realicen grandes cantidades de trabajo de código en un período corto de tiempo, hay algunos errores que se consideran inevitables. Uno de los más desastrosos, sin embargo, involucró el lanzamiento de un sistema completamente nuevo para una instalación médica sin el plan de respaldo adecuado. Lo que significaba que los registros del hospital en esa instalación tenían que recuperarse mediante una entrada manual. Además, para recuperar los registros de esta instalación médica, los funcionarios de la administración del hospital tuvieron que pagar un costo más alto al solicitar ayuda adicional de un proveedor externo para volver a ingresar información para aproximadamente 5,000 registros manualmente.

• – Exposición a la seguridad en todo el país

Debido a que las manos humanas están escribiendo el código, se cometerán errores. Desafortunadamente, no todos los errores son iguales. Uno de los más costosos y vergonzosos involucró una enorme exposición de seguridad que filtró todo tipo de información personal.

Más importante aún, datos que contienen nombres de consumidores, direcciones, números de seguro social y números de tarjetas de crédito. Todo lo cual resultó en importantes problemas legales para la empresa. Específicamente, para aquellos que tienen daños en su crédito. Este fue el escenario para un programador que no probó los cambios en el código de seguridad de su sistema antes de implementarlo en vivo en un ambiente de restaurante.

Las aplicaciones y sistemas de software de computadora son ideales para resolver una amplia diversidad de problemas personales y comerciales. Sin embargo, algunos de estos cambios no ocurren sin un costo asociado.

Desafortunadamente, algunas de las más notables involucran historias de terror de desarrolladores que resultaron en que un banco perdiera más de $ 100, 000 dólares por error antes de ser descubierto, no se implementó un plan de respaldo efectivo para una instalación médica grande y exposición de seguridad que resultó en que los datos personales se protegieran ilegalmente y costosos honorarios legales.

imagen: Jefferson Santos