La situación del COVID-19 aún ofrece desafíos para todos los aspectos de la vida. Uno que sigue, y se mantendrá por un buen tiempo, es la colaboración a la distancia.

El home office presenta desafíos, especialmente cuando se trata de la participación de la fuerza laboral y la moral del equipo. Estos son algunos consejos sobre cómo involucrar mejor a un equipo remoto:

• Mantén una comunicación constante

Es importante mantenerse en contacto con sus empleados mientras todos trabajan de forma remota, ya sea por correo electrónico, mensaje de texto, grupo de Whatsapp o videoconferencia. El beneficio adicional de la videoconferencia es que está viendo a la persona del otro lado, lo que en momentos de aislamiento podría beneficiar el bienestar de las personas que pasan mucho tiempo solas.

Sin las interacciones habituales en la oficina de los descansos compartidos para fumar o reunirse en la cocina para hacer un café, las personas pueden sentir que están atrapadas en una extremidad y que su progreso profesional se estanca. Esto puede hacer que las personas se sientan increíblemente desmotivadas y se contrarresta fácilmente con una estrategia de comunicación sólida para los trabajadores remotos. Conectarse de diferentes maneras puede ser extremadamente positivo, ya que fomenta una mentalidad de «todos estamos en esto juntos».

• Hacer revisiones de manera continua

Existe un delicado equilibrio entre dominar la frecuencia con la que debe ponerse al día con sus empleados mientras trabaja de forma remota. Siempre que las personas tengan objetivos y planes claros para sus días / semanas y sepan que pueden acudir al líder en busca de apoyo, asesoramiento u orientación sobre las tareas, no hay ningún problema en que los deje a ellos.

Al final de la semana, se podría reunir a todos los miembros de su equipo en una videollamada y analice cómo fue la semana, cómo se encuentran trabajando de forma aislada y discuta los planes para los fines de semana. ¿Por qué no reunir a su equipo una vez al día y celebrar una «pausa para el té» a través de un chat de video o organizar una prueba o un desafío?

• Establecer objetivos claros

En lugar de crear un plan diario reglamentado como los empleados podrían tener en la oficina, ¿por qué no establecer expectativas de tareas que deben completarse al final del día o de la semana? De esa manera, el empleado tiene el poder de realizar las tareas, como quiera que lo hagan. Algunas tareas son obviamente más vitales para mantener una empresa en funcionamiento que otras y debe haber un sistema para garantizar que estas tareas tengan prioridad.

• Celebrar los logros y motivar a los empleados

Mientras se trabaja de forma remota, muchas de las facetas habituales de la vida diaria en la oficina pueden olvidarse, y esto a menudo puede incluir el reconocimiento de logros personales y profesionales. Si la fuerza laboral está acostumbrada a estar motivada a través de incentivos, reuniones semanales o revisiones periódicas de desempeño, es vital mantener esos elementos en su lugar, incluso si deben abordarse de una manera diferente. Incluso los equipos bien establecidos requieren tanto desafío como reconocimiento para evitar que el letargo y la desmotivación se instalen. Fomentar una mentalidad de crecimiento puede ser increíblemente útil para prepararse para situaciones sin precedentes. Ver cada nuevo desafío como una oportunidad para salir de la zona de confort puede hacer que la experiencia sea de aprendizaje. Fomentar el pensamiento fuera de la zona de confort y concentrarse en el potencial significa que el equipo tendrá menos miedo de asumir riesgos y será más probable que se libere de los procesos habituales, tal vez incluso encontrando formas nuevas y más eficientes de lograr el mismo objetivo. Hay más información sobre la mentalidad de crecimiento aquí.

La mentalidad de crecimiento convierte los fracasos en positivos, ya que los ve como una oportunidad para aprender y crecer. Permitir que las personas prueben cosas nuevas que podrían fallar, amplía sus límites y fomenta el pensamiento innovador, que es esencial para superar los nuevos desafíos que plantea la situación actual. Asegúrese de que el equipo sepa que no será penalizado por probar nuevas ideas. Aunque quedarse atrapado en casa durante un largo período de tiempo puede ser frustrante y llevar a una fuerza laboral letárgica y desmotivada, abordar la gestión de equipos con una mentalidad de crecimiento permite al personal aprovechar las oportunidades para desarrollar nuevas habilidades, tanto personales como profesionales. Incluso podría terminar con una fuerza laboral más conectada y exitosa.

• Gestionar los logros, no la actividad

La mayoría de los gerentes que han sido capacitados en la mentalidad de crecimiento y las formas de trabajo actuales saben que la microgestión de su equipo, ya sea en la oficina o de forma remota, es una forma segura de desmotivarlos. Trabajar desde casa tiene muchas más distracciones que el entorno de oficina habitual, y puede existir la tentación de consultar constantemente con los miembros del equipo para asegurarse de que estén concentrados en su tarea. Las microgestiones demostraron una y otra vez que tiene implicaciones negativas para la motivación tanto a largo como a corto plazo.

Es posible que habilites el trabajo autónomo estableciendo objetivos grupales e individuales y programe tiempo para ponerse al día con el progreso. Una vez que los miembros del equipo tienen la libertad de planificar y entregar el trabajo según su propio cronograma, pueden implementar sus propias formas de trabajo individuales que podrían tener un impacto a largo plazo en la revisión de los procesos comerciales. Tener la libertad de trabajar a su propio ritmo y elegir cuándo cambiar de tarea puede ser muy motivador para las personas y es esencial aprovechar ese entusiasmo cuando mantiene una fuerza laboral motivada durante un largo período de tiempo de forma remota.

• Confía en el equipo

Una vez que tenga los horarios y los planes establecidos, es importante dar un paso atrás y observar cómo el equipo maneja la situación por sí mismo. Este es un momento en el que cada individuo en cualquier nivel de empleo se verá obligado a salir de su zona de confort y a lo desconocido, compartir el concepto de la Mentalidad de Crecimiento y cómo puede beneficiar a los individuos. Mantenga el diálogo abierto para que los problemas puedan surgir a medida que ocurren y no se permita que se agraven y causen preocupación o resentimiento. Los tiempos de crisis pueden ser excelentes oportunidades para que las personas brillen.

imagen: Luke Peters