Por: Roberto Martínez.
Tras la renuncia de John Riccitiello, CEO de Electronic Arts, es inevitable pensar quién irá a ocupar su puesto, pero más allá de eso, qué tan viable es enfocar nuestro desarrollo profesional hacia la industria de los videojuegos.
Riccitiello decidió partir quizá en el momento menos adecuado, pues las ventas de la marca han bajado notablemente, a pesar del interesante crecimiento que han tenido en la publicación de títulos para las plataformas móviles.
El mercado de los videojuegos está cambiando, cada vez hay más “gamers” casuales que dejan de ver a las consolas grandes como una opción de entretenimiento, pues tienen a su alcance por medio de los dispositivos móviles, juegos que cumplen sus expectativas de ocio y que además ofrecen buena calidad de gráficos a un precio más accesible.
Es natural pensar que ante la declive que muestra una de las marcas más representativas de la industria, la cual llevó a la renuncia de su director ejecutivo, sería un suicidio pretender dedicarse al desarrollo de videojuegos, pero la verdad es que es todo lo contrario.
La razón es simple, los videojuegos nunca morirán, de hecho es una de las industrias más sólidas en el giro del entretenimiento; hay quienes incluso se han atrevido a afirmar que superan por mucho las ganancias que obtienen la industria cinematográfica y la musical. Y hay razones de peso para afirmar lo anterior, pues el precio final de cada título y el constante crecimiento que tiene el catálogo de plataformas móviles, generan ventas de miles de millones de dólares en todo el mundo, incluso en algunas regiones ha superado lo recaudado por el cine incluyendo las ventas de DVDs y Blu-rays.
Sí, la industria está cambiando, ahora la apuesta de los videojuegos apunta más hacia servicios y soportes en la nube, pero es sólo parte natural de la evolución de la tecnología, por lo que las empresas tendrán que aprender a adaptarse a los cambios e incluso provocarlos.
Por ello siempre hará falta personal para cubrir las necesidades del desarrollo de videojuegos, desde la implementación de las plataformas para su producción, planeación y programación de sus títulos, hasta los requerimientos tecnológicos para sus planes de marketing y distribución.
Y aún hay una mejor noticia, en México la industria es prácticamente virgen, por lo que las posibilidades de tener éxito en el desarrollo de videojuegos son infinitas.
El autor, Roberto Martínez García, es periodista apasionado por la tecnología en todos sus ámbitos. A lo largo de su carrera ha trabajado para diversos medios, haciendo radio y periodismo digital; actualmente labora en el periódico El Universal, alimentando la información en plataformas digitales y móviles de la fuente de tecnología, entre otras. Se le puede seguir en @_Quaxo, en Twitter.