La adopción masiva en curso de la computación en la nube es un impulsor clave de muchas de las tendencias tecnológicas más transformadoras, incluida la inteligencia artificial (IA), el Internet of Things (IoT) y el trabajo remoto e híbrido. En el futuro, podemos esperar que se convierta en un habilitador de aún más tecnologías, incluida la realidad virtual y aumentada (RV/RA), el metaverso, los juegos en la nube e incluso la computación cuántica.

La computación en la nube lo hace posible al eliminar la necesidad de invertir en comprar y poseer la costosa infraestructura requerida para estas aplicaciones informáticas intensivas. En cambio, los proveedores de servicios en la nube lo hacen disponible «como servicio», al ejecutar en sus propios servidores y centros de datos. También significa que las empresas pueden, hasta cierto punto, evitar la molestia de contratar o capacitar a una fuerza laboral altamente especializada si quieren aprovechar estas tecnologías innovadoras.

En 2023, podemos esperar que las empresas continúen aprovechando los servicios en la nube para acceder a tecnologías nuevas e innovadoras, así como para impulsar la eficiencia en sus propias operaciones y procesos. Aquí hay un resumen de algunas de las tendencias que creo que tendrán el mayor impacto.

Mayor inversión en seguridad y resiliencia en la nube

La migración a la nube brinda enormes oportunidades, eficiencias y conveniencia, pero también expone a las empresas y organizaciones a una nueva gama de amenazas de ciberseguridad. Además de esto, la creciente cantidad de legislación sobre cómo las empresas pueden almacenar y usar datos personales significa que el riesgo de multas o (peor aún) perder la confianza de sus clientes es un problema real.

Como resultado, el gasto en seguridad infromática y la creación de resiliencia contra todo, desde la pérdida de datos hasta el impacto de una pandemia en los negocios globales, se convertirán en una prioridad aún mayor durante el próximo año. Sin embargo, dado que muchas empresas buscan reducir costos frente a una recesión económica pronosticada, es probable que el énfasis esté en la búsqueda de formas innovadoras y rentables de mantener la seguridad cibernética para obtener el máximo rendimiento. » Esto significará un mayor uso de inteligencia artificial y tecnología predictiva diseñada para detectar amenazas antes de que causen problemas, así como un aumento en el uso de proveedores de «seguridad como servicio» administrados en 2023.

La nube múltiple es una estrategia cada vez más popular

Si 2022 fue el año de la nube híbrida, entonces 2023 podría ser el año en que las empresas comprendan las ventajas de diversificar sus servicios entre varios proveedores de nube. Esta es una estrategia conocida como adoptar un enfoque de múltiples nubes y ofrece una serie de ventajas, incluida una mayor flexibilidad y seguridad.

También evita que las organizaciones se vinculen demasiado a un ecosistema en particular, una situación que puede crear desafíos cuando los proveedores de servicios en la nube cambian las aplicaciones que admiten o dejan de admitir aplicaciones específicas. Y ayuda a crear redundancia que disminuye la posibilidad de que los errores del sistema o el tiempo de inactividad causen una falla crítica en las operaciones comerciales.

Adoptar una infraestructura de múltiples nubes significa alejarse de estrategias comerciales potencialmente dañinas, como la creación de aplicaciones y procesos únicamente en torno a una plataforma de nube en particular, por ejemplo, AWS, Google Cloud o Microsoft Azure. La creciente popularidad de las aplicaciones en contenedores significa que, en caso de que se produzcan cambios en los niveles de servicio o soluciones más rentables de diferentes proveedores, las aplicaciones se pueden trasladar rápidamente a nuevas plataformas. Si bien en 2020, la mayoría de las empresas (70%) dijeron que todavía estaban vinculadas a un proveedor de servicios en la nube, los informes encontraron que el 84% de las empresas medianas y grandes habrán adoptado una estrategia de múltiples nubes para 2023, posicionándola como una de las tendencias definitorias del año en computación en la nube.

La nube impulsada por IA y ML

La inteligencia artificial (IA) y el Machine Learning (ML) se posicionan como servicios en la nube porque pocas empresas tienen los recursos para construir su propia infraestructura de IA. La recopilación de datos y los algoritmos de entrenamiento requieren enormes cantidades de potencia informática y espacio de almacenamiento que, por lo general, es más rentable alquilar como servicio. Los proveedores de servicios en la nube confían cada vez más en la IA para una serie de tareas. Esto incluye administrar las vastas redes distribuidas necesarias para proporcionar recursos de almacenamiento a sus clientes, regular los sistemas de energía y enfriamiento en los centros de datos y potenciar las soluciones de seguridad cibernética que mantienen sus datos seguros. En 2023, podemos esperar ver una innovación continua en este campo a medida que los proveedores de servicios en la nube a gran escala como Amazon, Google y Microsoft continúan aplicando su propia tecnología de inteligencia artificial para crear servicios en la nube más eficientes y rentables para sus clientes.

Servicios en la nube de código bajo y sin código

Las herramientas y plataformas que permiten a cualquier persona crear aplicaciones y usar datos para resolver problemas sin ensuciarse las manos escribiendo código son cada vez más populares. Esta categoría de soluciones de código bajo y sin código incluyen herramientas para crear sitios web, aplicaciones web y diseñar casi cualquier tipo de solución digital que las empresas puedan necesitar. Las soluciones de código bajo y sin código incluso están disponibles para crear aplicaciones impulsadas por IA, lo que reduce drásticamente las barreras de entrada para las empresas que desean aprovechar la IA y el ML. Muchos de estos servicios se brindan a través de la nube, lo que significa que los usuarios pueden acceder a ellos como un servicio sin tener que poseer la poderosa infraestructura informática necesaria para ejecutarlos ellos mismos. Las herramientas como Figma, Airtable y Zoho permiten a los usuarios realizar tareas que anteriormente habrían requerido experiencia en codificación, como el diseño de sitios web, la automatización de tareas de hojas de cálculo y la creación de aplicaciones web, y veo que brindar servicios como este es un área en la que la tecnología en la nube serán cada vez más útiles en 2023 y más allá.

Innovación y consolidación de juegos en la nube

La nube nos ha traído servicios de transmisión como Netflix y Spotify, que han revolucionado la forma en que consumimos películas, televisión y música. La transmisión de videojuegos está tardando un poco más en afianzarse, pero está claramente en camino, con Microsoft, Sony, Nvidia y Amazon ofreciendo servicios en este campo. Sin embargo, no todo ha sido fácil: Google gastó millones de dólares en el desarrollo de su servicio de transmisión de juegos Stadia solo para retirarlo este año debido a la falta de éxito comercial. Uno de los problemas son las propias redes: la transmisión de videojuegos claramente requiere un ancho de banda más alto que la música o los videos, lo que significa que está restringido a aquellos de nosotros con acceso a Internet de alta velocidad y buena calidad, que todavía está lejos de todos nosotros. Sin embargo, el despliegue continuo de 5G y otras tecnologías de redes ultrarrápidas eventualmente debería resolver este problema, y ​​2023 podría ser el año en que los juegos en la nube tendrán un impacto. El propio Google ha dicho que la tecnología en sí misma que impulsa a Stadia seguirá siendo la columna vertebral de un servicio de transmisión de juegos B2B en desarrollo que permitirá a los desarrolladores de juegos proporcionar la funcionalidad de transmisión directamente a sus clientes. Si, como muchos predicen, los juegos en la nube se convertirán en la «aplicación asesina» para 5G de la misma manera que la transmisión de video lo fue para 4G y la transmisión de música para 3G, entonces 2023 podría ser el año en que comencemos a ver que las cosas encajan.

imagen: @DilokaStudio